Looney Tunes: "Satanas esta esperando (Satan's waitin')"

"Satanas esta esperando (Satan's waitin')" es una caricatura de 1954 de la Warner Bros., protagonizada por Silvestre y Piolín.

Como de costumbre, Silvestre persigue a Piolín intentando comérselo, llegando hasta el techo de un alto edificio, logra atraparlo pero se sigue de largo y cae, con todo y Piolín, quien alcanza a liberarse pero pierde las plumas de su cola, que se las queda Silvestre. Con las plumas de Piolin, Silvestre comienza a agitarlas y logra empezar a volar hacia el techo, donde Piolín se que ja de la falta de sis plumas de la cola, cuando ve a Silvestre con ellas, le agradece y se las quita, por lo que Silvestre cae. El golpe fue tan fuerte que rompe el pavimento y pierde una de sus vidas. El alma de la vida de Silvestre va hacia unas escaleras eléctricas, pero se le impide el subir (ir al cielo) y entonces desciende (el infierno). En el infierno se topa con un gran perro bulldog (el perro Héctor), con cuernos en vez de orejas (el diablo), que está tras un estrado, este le pregunta su nombre y revisa una bitácora para decirle que aún no es su turno de morir, que aún le quedan ocho vidas más y pide al alma numero uno que se quede sentado esperando a las demás. Silvestre despierta del golpe y ve a Piolín frente a el, pero debido a lo que sucedió le dice que se largue, ya que no quiere desperdiciar sus otras ocho vidas en el. Piolín se va, pero aparece el demonio, quien le dice que no sea cobarde, que aún le quedan varias vidas y que siga tratando de atrapar a Piolín, por lo que este hace caso y va tras el. Se ponen a perseguir al canario dando vueltas alrededor de una aplanadora, terminando Silvestre por ser arroyado por esta, apareciendo en el infierno su segunda vida aplastada y el demonio le dice que aún le quedan siete. Silvestre persigue al Piolín hasta un parque de diversiones, entran a la casa del terror y ahí hay, como entrada una gran cabeza de perro, con las fauces abiertas que provoca que silvestre muera de la impresión, perdiendo su tercer vida, que va también al infierno. Silvestre sigue persiguiendo a Piolín en la feria, este último se pone como señuelo de tiro y silvestre lo sigue, el problema es que le empiezan a disparar y pierde sus cuatro, cinco, seis y siete. Piolín sube a un carro de la montaña rusa para escapar, pero Silvestre sube también sin que se de cuenta, silvestre intenta pegarle con un palo, pero en el momento que lo va a hacer, pasan  por un puente de la montaña, en donde dice "Peligro, no se levante", por lo que se estrella con este y sigue su camino en el carro de la montaña rusa hasta el infierno, perdiendo su octava vida. Sabiendo que solo le queda una vida decide ya no meterse en problemas y se va a esconder a la bóveda del último banco nacional, llevando una buena cantidad de víveres para estar ahí, protegido durante años. Por mala suerte para Silvestre, esa misma noche dos ladrones ineptos deciden robar el banco y abrir con dinamita la Bóveda, pero ponen más explosivo del necesario y provocan una gran explosión, perdiendo la vida y haciendo que también se pierda la última vida de Silvestre qu va al infierno.