Looney Tunes: "La bruja (A-haunting we will go)"

"La bruja (A-haunting we will go)" es una caricatura de 1966 de la Warner Bros., protagonizada por el Pato Lucas, Speedy González y la Bruja Hazel (la cuarta y ultima aparición de esta en las caricaturas de los Looney Tunes clásicas).

El sobrino del pato Lucas, disfrazado de bruja, se encuentra pidiendo dulces en la noche de Halloween, toca en una vieja casa y aparece la bruja Hazel, lo que le da un tremendo susto y corre a casa con su tío para decirle de la bruja. Lucas le dice que no tiene a que temer, que solo es una viejecita, que las brujas no existen y para probarlo acudirá el mismo a probarlo. Mientras Hazel esta preparando una poción, quejándose del duro y arduo trabaja y de que requiere de unas vacaciones, de repente ve a Speedy González y se le ocurre una gran idea, transformar al ratón en imagen suya e irse de vacaciones a Hawái, dejando a Speedy encargado de su trabajo, por lo que pone un brebaje en queso y se lo da a el ratón quien se transforma en Hazel, le da instrucciones y se va de vacaciones. Lucas toca a la puerta y lo recibe Speeedy (transformado en Hazel) y amablemente lo invita a pasar y tomar una taza de te a lo que Lucas acepta, diciéndose que tenía razón y no es una bruja, si no solo una fea viejecita. Speedy le sirve poción mágica a Lucas, en lugar de te, y este se transforma, sin darse cuenta, en un ser extraño de cabeza en forma de flor morada, cuatro patas y una cola en forma de asta bandera con una bandera ondeando. Lucas se despide y va a decirle a su sobrino que el tenia razón y no existen las brujas. La bruja regresa y ve lo que ha hecho Speedy, lo regresa a su forma normal y se regresar también a la normalidad a Lucas, aunque piensa que nunca ha comido pato y decide probar tratando de darle caza. Lucas escapa, pero la bruja lo alcanza y sube a su escoba, aunque este salta y la bruja se estrella en una montaña. Lucas se levanta maltrecho y se encuentra con una bruja, aterrorizándose, aunque es su sobrino disfrazado, quien le pregunta si ahora cree en las brujas, contestándole que no, que solo era una viejecita excéntrica, aunque cuando va caminando y hablando, vuelve a transformarse en la extraña criatura.