Looney Tunes: "Garras tenebrosas (Claws for alarm)"

"Garras tenebrosas (Claws for alarm)", de 1954, es una caricatura de la Warner Bros., protagonizada por Porky y Silvestre, de hecho, la segunda de tres en donde silvestre no habla y es mascota de Porky, encontrándose en escenarios escalofriantes en los cuales solo el es cociente de los peligros que los rodean, Las otras dos caricaturas con este tema son "Gato miedoso (Scaredy Cat) (1948)" y "Salto a Júpiter (Jumpin' Jupiter) (1955)", esta última mi favorita de las tres.

Porky y Sylvester conducen por el desierto y llegan a Dry Gulch, un pueblo fantasma con aspecto siniestro. Porky decide pasar la noche en el hotel local, el cual está totalmente vacío y nadie atiende a su llamado, lo que considera Porky es debido a que es muy noche y decide firma el registro y subir a buscar un cuarto para dormir. Mientras está firmando el registro, de la boca de una cabeza de alce colgada en la pared sale una soga, que intenta ser puesta en el cuello de Porky, pero silvestre lo empuja y salva, pero Porky no se dio cuenta de lo sucedido y se enoja con Silvetre, preguntándole su es un maniático depresivo. Cuando va subiendo las escaleras la cabeza de alce lo sigue, sacando de su boca una escopeta, Silvestre alcanza a desviar el tiro y quitarle la escopeta a la cabeza de alce, pero nuevamente, Porky lo regaña, esta vez,  por hacer demasiado escándalo. Ya en un cuarto, Porky se acuesta y comienza a dormirse, cuando del techo baja una soga, que se enreda en su cuello, intentando ahorcarlo, Silvestre lo ve y con una navaja de barbero corta la soga, pero lo que aprecia Porky es que Silvestre es el que trataba de ahorcarlo. Mientras lo regaña, un ratón, armado con un cuchillo afilado, se lanza de una cuerda para asesinar a Porky, Silvestre se lanza sobre Porky y evita que le hagan daño, aunque el queda pelado de la espalda. Nuevamente, Porky, que no se ha enterado de nada, se enoja y arroja fuera del cuarto a Silvestre. Fuera del cuarto silvestre ve que un fantasma sube las escaleras, aunque a tras luz se aprecia que son una columna de ratones quienes están bajo una sábana. Silvestre atraviesa la puerta del cuarto y se mete bajo la gorra de Porky, y le señala al fantasma, que cuando Porky se acerca a el y lo jala, solo es una sábana con una silla bajo ella, movida por el viento. Porky le da permiso de dormir junto a el, pero de un hoyo en la pared sale una escopeta, que cuando va a disparar, Silvestre tapa con el dedo, dando el tiro en el gorro de dormir de Porky. Silvestre pelea por el arma, logrando obtenerla y  ya que la tiene la dispara varias veces por el agujero , Porky lo ve y le pregunta si hay algún loco en su familia. Con la escopeta en sus manos, Silvestre hace guardia toda la noche, hasta que se despierta Porky en la mañana, quien se siente muy descansado, comentando que todo es tan tranquilo en ese lugar que le gustaría quedarse una semana o diez días para poder descansa, silvestre voltea impresionado de lo que acaba de decir Porky y toma la escopeta y lo golpea en la cabeza, dejándolo inconsciente y rápidamente lo sube al automóvil y maneja en el fuera del pueblo. Ya bastante lejos del pueblo, silvestre respira aliviado, sin embargo, no se da cuenta que en el tablero, aparecen varios pares de pequeños ojos malévolos, que lo están observando.